Un arco iris de color

Fotograma de la película Campanilla y el tesoso perdido


A pesar de que cuando encendemos la televisión y vemos las noticias el corazón se nos encoge. A pesar de que si miramos a nuestro alrededor veamos gente corriendo de un lado a otro sin pararnos a pensar en el vecino que tenemos a nuestro lado. Aún hay gente que siempre tiene una sonrisa, que nos hace que los ojos nos brillen como cuando éramos pequeños e inocentes.

Un día, espero que no muy lejano, os presentaré a una de éstas personas. Ahora está descansando, pero si pasa por aquí, te dedico este post. Lleno de luz y de color, como los besos que envías a través de las estrellas.

Y como tengo un puntito romántico y algunas películas lo agudizan - una de ellas es Campanilla. Sus colores y su magia hacen que vuele -. Os dejo unas palabras de “Campanilla y el tesoro perdido” y veréis cuánta razón tienen:

“Los mayores tesoros no son obras de arte ni joyas, ni oro. No es material su condición, pues se alberga en el corazón. Las mundanas posesiones pierden su brillo con el ir y venir de las estaciones, más el tesoro de una amistad verdadera su brillo jamás altera.”

Lapsus blogero

Como habréis podido observar, he tenido un lapsus blogero, que esta vez y por primera vez, no se debe a mis tareas personales. El día 18 de diciembre decidimos cambiar de compañía telefónica y ese día empezó nuestro peregrinaje para volver a tener internet y teléfono con tarifa plana.

Cuando a nuestra anterior compañía se le notificó nuestra portabilidad, ésta decidió inmediatamente cortarnos los servicios, eso sí, la facturación seguiría hasta tener la petición de baja por escrito.

Así que me he quedado sin felicitar las fiestas y el nuevo año, sin enviar ni recibir mails y sin consultar mis blogs preferidos en las Navidades. Ha sido un tiempo diferente, ya que el ordenador casi ni lo mirábamos y he tenido que regular las llamadas de teléfono a los amigos para que la factura de este mes no se desborde.

Pero como dice el refrán, más vale tarde que nunca. Espero que hayáis pasado unas felices fiestas y que la entrada al nuevo año haya sido como esperábais. Por mi parte os dejo la foto que hice para felicitar las fiestas con mis dos tesoros.


AVATAR

Imagen del site oficial de la película.

Acabo de llegar del cine. Película escogida: Avatar 3D.

No es la primera experiencia con el 3D, la primera fue en el Imax de Barcelona, ya hace muchos años, pero sí ha sido la primera película comercial que veo con esta tecnología.

Antes de ir al cine tan sólo sabía que Avatar era una película de ciencia ficción y que aparecían unos seres de color azul parecidos a Mística de X-men. Al salir he buscado algunas críticas en internet y la verdad que me he quedado sorprendida. Tiene tanto fanáticos como detractores a partes iguales. Así que lo que me ha quedado claro es que no te deja indiferente.

Personalmente me ha gustado la experiencia con la tercera dimensión, Pandora, sus colores y sus gentes. Cuando he salido del cine me han dado ganas de saltar y bailar. ¡Podría luchar contra los malos yo solita! Me ha recordado cuando salí del estreno de El Señor de los Anillos, en aquella ocasión me enamoré de Rivendel.

Sobre el guión y su tendencia racista, ecologista, mística, etc. Tengo que decir que soy bastante sencilla. Voy al cine a pasarlo bien, a disfrutar y no acostumbro a darle tantas vueltas al guión como el Vaticano. Creo que la última película que me hizo pensar sobre nuestra existencia fue Matrix (sí, ya sé que hace muchos, pero es lo que tiene ir al cine a desconectar).

Vale la pena ir a verla, aunque sólo sea por la curiosidad del 3D. Quizá bata el récord de taquilla de Titanic, y quizá sea la película que marcará un antes y un después en el cine. ¿Quién sabe? Nosotros al salir hemos comentado lo que ha llegado a cambiar este arte: las primeras películas que vi en mi juventud (je, je, que ya tengo 33!!) eran en color, sí, pero hacían dos y era sesión continúa. Si entrabas tarde te quedabas un rato después de la segunda a ver el principio y ahora te dan unas gafas 3D, ojo, que no son de papel...