Me encanta internet

En casa hay algo sagrado, y es la conexión a internet. Sin ella se puede vivir, pero ella nos permite volar, investigar, acercarnos a nuestras aficciones, creo que es una de las mejores creaciones de los últimos tiempos. Ha cambiado nuestra forma de concebir el día a día en la oficina, organizar un viaje...

Me gusta navegar por internet, consultar blogs y una página te lleva a otra ...

Hoy he encontrado una página divertida, readymech, ¿recordáis cuando eramos pequeños y haciamos recortables en el cole? Hasta vestiamos a las muñecas...


Echar un vistazo, vale la pena, lo mejor es que si dispones de una impresora, te los puedes descargar en pdf y ¡a recortar!

Momento kodak

Ser padres tiene, como tantas cosas, la parte buena y la parte mala. Me quedo con las buenas y hoy, un "momento kodak".

Desde hace tiempo, son contadas las ocasiones en las que la peque se queda dormida en mi regazo, y cuando pasa, es en el impass entre la cena y meterla en su cuna.

Esta mañana, no ha sido así, de madrugada se ha desvelado y le ha costado mucho volver a conciliar el sueño. Lo ha conseguido casi a la hora de volverla a despertar con lo que, creo que por primera vez en su corta vida, la he cambiado la ropa estando ella dormida. Se ha despertado justo cuando la cogía en brazos para darle el biberón.

Le he dado el biberón y como estaba cansadita, me la he quedado en el regazo, dándole mimos y abrazos, de manera que se ha quedado dormidita, este ha sido mi "momento kodak", ha empezado a soñar y a sonreir. La verdad, me ha hecho ilusión porque hacía tiempo que no me pasaba, pero lo mejor a venido después y es que de sonreir, a habido un instante en el que ha hecho una carcajada. Un preciso instante que me ha hecho sumamente feliz, la veía indefensa, un bebé y lo mejor, feliz, parecía que estaba medio despierta (ha habido un momento en que ha medio abierto los ojos) y seguia sonriendo. Era mi bichita, y parecía que estaba diciendo, je, je, estoy dormidita en los brazos de mamá.

Ha sido el momento del día, vale la pena haberme despertado de madrugada.

Para empezar...


Para empezar, mis dos grandes momentos. Al primero le conocí hace 8 años. El segundo, más bien, segunda, me la presentaron hace 13 meses. El gran instante de mi vida cuando la noté por primera vez entre mis brazos, ese momento no está plasmado en una fotografía, ese momento está en mi retina.