22 de abril. Hay días que empiezan bien y acaban mejor, hoy ha sido uno de ellos. Y a veces es sencillo que sea así.
En el camino te cruzas con gente, gente noble y que te transmite "buen rollo" y no sabes como has llegado hasta ahí. Eso es lo que ha pasado con mi curso de costura.
Llegué a Caterina por alguna web, podría ser kireei, pero no lo sé. Me encandila como enseña costura y el trabajo que hace. Tiene algo que la hace especial.
Como recuerdo del curso de costura, decidí autoregalarme una pieza de su última colección, había visto la anterior y me había gustado mucho, y esta era la colección escogida. La había seguido a través de ella y de las redes sociales.
Llegó el día escogido, el 1 de abril, día previo a un evento de trabajo que me hizo llegar tarde a casa. Me conecté a caterinaperez.com, veo todas las piezas y sin dudarlo, la mochila es LA elegida (ya la había visto en IG y sigue llamándome). Con la emoción no veo nada más y cuando hago clic para comprarla veo un sútil y delicado Sold out.... ¿Sabéis el sonido cuando has perdido. Ua, ua, ua.... Pues eso es lo que sonó en mi mente.
Pero este post ha empezado diciendo que hoy el día había acabado bien. Como toda historia de amor que se precie, tras dos mails, y pensando que "el no tener prisa" significa esperar meses ^__^... lo primero al llegar a mi clase de costura ha sido un sobre. El resto lo véis en fotos.
Hay algo que la foto no transmite, el olor especial que desprende la mochila mientras escribo y su suave tacto.
Para la portadora del sobre: Gràcies, és perfecte!